La impresora es un periférico que resulta a veces imprescindible, disponible desde unos precios bastante bajos y que en realidad no necesita unas atenciones excesivas, pero sí un cierto mantenimiento.
Vamos a ver en qué consiste este mantenimiento:
Los materiales que podemos necesitar son pocos, ya que no es conveniente (ni en muchos casos posible) desmontar demasiado.
Vamos a necesitar los siguientes materiales:
- Una brocha o paletina de unos 3cm.
- Un par de trapos de algodón.
- Un poco de alcohol (el mejor es el alcohol de limpieza o el de quemar).
- Un poco de grasa con base de grafito (la podemos encontrar en tiendas de electrónica).
- Es conveniente un bote de aire comprimido.
En general, y como cualquier cosa, debemos procurar que esté limpia de polvo y demás. Esto es fácil, ya que para ello tan sólo necesitamos una brochita, un trapo y un poco de tiempo y paciencia. Si es mucha la suciedad que se ha acumulado podemos emplear un poco de alcohol (siempre sobre el trapo, nunca directamente, y siempre después de haber eliminado todo el polvo), secándola siempre muy bien.
En casos de suciedad extrema y grasas (como por ejemplo, impresoras de cocina en restaurantes), podemos limpiar el exterior de ésta con un poco de desengrasante (repito, SIEMPRE aplicando este sobre el trapo, NUNCA directamente sobre la impresora), pasando posteriormente un trapo húmedo para terminar secándola muy bien. Esto puede dañan algo las partes de plástico (pérdida de brillo y pérdida de logotipos impresos), pero se trata de eliminar la grasa acumulada, que siempre va a ser más perjudicial. Debemos evitar llegar a estos extremos, ya que la acumulación de este tipo de suciedad puede provocar serias averías.
Impresoras matriciales:
Este tipo de impresoras ya prácticamente no se utilizan en la casa, pues tienen muchísimas desventajas en relación a una impresora de chorro de tinta, pero sí que se siguen utilizando en oficinas, ya que es el único tipo de impresora que permite imprimir en papel copiativo, ya sea continuo u hojas sueltas.
Además de lo ya indicado, en estas impresoras es muy conveniente aplicarles de vez en cuando aire a presión por la zona del carro, ya que el papel continuo (que es el que más se suele utilizar en este tipo de impresoras) suele dejar bastantes residuos, los cuales hay que eliminar.
Además, estas impresoras tienen un rodillo muy similar al de las máquinas de escribir, en el que se suele acumular tinta con el paso del tiempo, bien porque esta traspase el papel o bien por impresiones sobre el carro sin que haya papel. También se suele ''satinar'' con el roce del papel, lo que hace que pierda adherencia. Este rodillo también se debe limpiar de vez en cuando. Para ello utilizaremos alcohol sin aditivos (no se debe utilizar ni limpia-cristales ni colonias). Con este alcohol empapamos un trapo y limpiamos de forma enérgica dicho rodillo, secándolo después muy bien.
También debemos limpiar los carros de tracción, bien con una brochita o bien aplicando aire a presión.
Si observamos bien veremos que la cabeza de impresión se desplaza sobre una guía metálica. Debemos procurar que esta guía no se reseque, para lo que podemos aplicar de vez en cuando un poco de grasa con base de grafito (OJO, nunca debemos aplicar aceites ni vaselina, ya que estos tienden a secarse). Esta grasa SOLO se debe aplicar si vemos que esta guía se encuentra muy seca, hasta el punto de impedir el desplazamiento suave del cabezal.
En cuanto a la cinta impresora en sí, estas cintas se suelen gastar bastante, se suelen romper y desprender mucha suciedad (sobre todo las que están hechas con tejido de algodón) y además se secan bastante con el simple paso del tiempo, por lo que debemos vigilarlas y cambiarlas bastante a menudo. Son bastante económicas, pero el número de impresiones con una cierta calidad es muy limitado
No hay comentarios:
Publicar un comentario